Como dirían Bob y Axl a coro...
Las puertas del cielo, tienen este aspecto... Sin letreros llamativos, sin grandilocuencias, sin vistosos escaparates... Eso sí, los manjares más preciados esperan a los fieles que las crucen. En este caso, el taller de Michel Junod, en Santa Cruz, es una de las sucursales del cielo en la tierra más recomendables, a la vista de su obra...
Bienaventurados los que se hagan con alguna de ellas, porque de ellos será el pico ... y disfrutarán como jamelgos !
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