miércoles, 30 de abril de 2014

el pico del boo






Más allá de actitudes cerriles y del concepto de localismo territorial mal entendido, podría decirse que todos nosotros solemos frecuentar los mismos sitios al poner el cucu en remojo. Objetivamente, podría decirse que, todos somos "locales" de algún pico... En nuestro caso, los fondos desastrosos del Maresme, la falta de horas para vagar por la costa al tuntún, y los párkings de pago, han acabado por convertirnos en un asiduo del pico del Boo, ese restaurante cuya visión contemplamos muchísimas horas al cabo del año, pero al que nunca hemos ido ni seguramente iremos.

Salvo contadas ocasiones que entra buen mar (ay, que poquito ha entrado este inviennnno...), la ola, básicamente, es una zurraspa-chusta-tablonera, y últimamente, los asiduos del lugar, más que con olas, nos hemos tenido que conformar con unos montículos debiluchos y de unos poquitos centímetros que nos dejan más insatisfechos que otra cosa... Pero es lo que hay, y como siempre decimos, mejor estar ahí fuera que haciendose pajas mentales delante de una pantalla.

No faltan los superos, hay muchos, educados y maleducados, que de todo hay, como en todos lados, los imberbes y algún que otro indocumentado, pero en general, el ambiente siempre es más distendido que en el pico de al lado, donde el tipo de ola y de sujetos que la frecuentan hace que el ambiente sea algo más tenso. Suponemos que en ese pico se deben dilucidar asuntos muy importantes, sin mencionar esas fulgurantes carreras de surfistas "profesionales" mediterráneos que necesitan depositar su exceso de testosterona en algun sitio más allá del regazo de las santas madres que los parieron.

A eso de las 11, el pico del Boo huele a cebollita pochada y pimiento. Es la hora en la que marchan los sofritos de las paellas. No es desagradable, pero te abre el apetito; lo malo es que si llevas un rato en el agua, te pones a salivar y el estómago se te pone del revés. Y eso no es nada recomendable para un surf de alto rendimiento como el nuestro.

Y los mediodías, cuando entra un poquito más de mar y la ola gana algo más de recorrido hasta la última boya del canal para embarcaciones, puedes llegar a cruzarte una mirada con esa parejita que se hace carantoñas en la mesa de la punta, o con ese grupo de encorbatados que le lamen el culo a su jefe entre botellas de ribeiro, gambas de Palamós y pinzas de bogavante rechupeteadas. Y tu te limitas a mirarlos y a levantar la ceja con cierto aire de chulería (eres un local, no lo olvides...), giras tu tabla, y vuelves remando majestuoso al pico pegado al espigón, sin apenas despeinarte, y preguntando la hora a ese par de gitanos que intentan pescar algo para la cena.

Y así son las cosas, ni más ni menos.

viernes, 25 de abril de 2014

miércoles, 9 de abril de 2014

El Gran Miércoles...





... y chim pum! Ya lo tenemos aquí, recién calentito de imprenta, y a disposición de todo aquel que quiera estirarse y hacer su pequeña aportación para la causa.

El guión novelado de la película de John Milius, en una cuidada edición, traducida, revisada y especialmente dedicada a todos aquellos que se meten en el agua con cierta asidudidad.

¡Pero ojo! Las gentes de secano también encontrarán un gran placer al leer nuestra versión de la obra gracias a sus extensos pies de página, que permiten contextualizar la acción, el momento y los tecnicismos para que los legos del surf sepan de qué narices se está hablando. Por fin dejarán de ser ustedes unos incomprendidos en su casa, y sus papás, sus mujeres, sus hijos y sus periquitos podrán entenderles un poco mejor.

Y como traca final, para las compras a través de nuestra web o de nuestros distribuidores habituales, incluye un póster desplegable a color de la obra original de Godard que ilustra la portada, y además, nuestro Bonus Track habitual; un capítulo extra con información adicional, curiosidades y códigos QR para teletransportarse directamente al universo de Milius sin tener que pasar por caja (bueno, la aparte de la nuestra...).

Y además llegamos al Día del Libro y todo... nuestro Director General se ha puesto la mar de contento y durante unos días ha prometido no insultarnos ni golpearnos en nuestras partes blandas con una baguette revenida. Así que daros por aludidas, sufridas cónyuges del surfista de turno, tenéis a huevo el regalo perfecto para vuestro acuático y pizpireto pololo...

Venga, vamos, que se acaban!

Se nos olvidaba, se pueden hacer con él aquí.



lunes, 7 de abril de 2014

se acerca El Gran Miércoles


Ya queda poquito, estamos en imprenta... 3, 2, 1...


domingo, 6 de abril de 2014

you´re really giving me a hard time


Cuidadín con estos, que tienen una pinta que te cagas de la risa pero tres escuchas y no te los sacas de la cabeza... Hallazgo por cortesía del señor sfb72... ànims, rata!