de negocios jugosos, plásticos varios y muchas depresiones

Eso es lo que nos viene a la cabeza cuando seguimos, con sana curiosidad, el despirrorre revivalero del que están disfrutando las patinetas de plástico (Qué pasa, hoy me apetece llamarlas así...)

Siempre hemos sido muy aficionados en esta casa a los artilugios clásicos de todo típo, y aunque, en la mayoría de las ocasiones, debemos confirmar que no funcionan, pero,... Ahhh, que bellos son, pardiez....

Por eso, desde un buen principio, seguimos puntualmente cada vuelta de tuerca que el maravilloso ser humano está dando con el tema patineta de plástico. Y es que donde haya un negocio jugoso, que se quite todo lo demás... Si bien algunos han adoptado una línea más personal, otros, y no daré nombres, que me canso, son un calco descarado sin ningún miramiento. Ole sus güevos! "Oye, nene, que estos están vendiendo estas mierdecillas a 100 pavos, llama al chino ese que te hacía las camisetas, que fusile el diseño, y que te chute un contenedor, que vamos a meterlos al canal... Tranquilo, verás como la peña pica... Pero que te ponga de todos los colorines, no la caguemos..."

De ahí el negocio jugoso...

En cuanto a plásticos varios, pues a la preexistente lista de Pennys, Sancheskis, y Stereos, se le suman Brighton y Globe. Nuevamente, el castizo refrán "éramos pocos y paró la abuela" nunca me ha parecido más acertado a la hora de describir una situación. Ahí va el anuncio de Penny, que como fueron los primeros, su rollo está más volcado en el humor que en las pechugas y los solomillos, como verán más adelante... Los otros tienen que recuperar terreno, así que "hay que poner toda la carne en el asador", y nunca mejor dicho.





¿Y las depresiones?, se preguntarán ustedes... Señores, esas vienen ocasionadas cuando voy a mi skatepark y en lugar de un rebaño de lobas con camisetas mojadas como las del vídeo, me encuentro con unos cuantos tíos peludos, sudorosos y desdentados como yo...





Aaaahh, quieren más, eh pillines... Pues hala, tengan, tengan, desayuno y merienda...





Apunten: la vida es bella.

Cuanta tontería para una mañana de sábado, no?