lunes, 13 de junio de 2011
el koala asesino
Les recomiendo un librito que especialmente hará las delicias de los aficionados al continente australiano y sus habitantes, y sobretodo, a aquellos que lo conocen de primera mano, dando fe de que, además de buen surf, en Oz también hay una buena panda de tarados divertidos.
El libro es de Kenneth Cook, ya pasado a mejor vida, publicado por Sajalín editores y tiene su propio blog, elkoalaasesino.blogspot.com.
Libro objeto, portada blanco mate, muy agradable al tacto (puede parecer un criterio chorra, pero, para mí, es importante, qué le vamos a hacer...), con unas imágenes divertidas y bien presentado, es un compendio de relatos extravagantes acerca de personajes y situaciones que supuestamente le ocurrieron al autor durante sus diferentes viajes por la Australia profunda, de la Gran Barrera de Coral al desierto...
Cómo el mismo autor dice en repetidas ocasiones, las historias que narra son auténticas, anécdotas ocurridas a lo largo de su vida, pero, al ser tan bizarras, no se pudo permitir incluirlas en otras novelas "serias" suyas... Ya pasa esto de que la ficción supere a la realidad...
En cualquier caso, y sin hallarnos ante una obra maestra de la literatura (dicho esto con todos los respetos), el libro tiene pasajes muy divertidos, y en cualquier caso, la forma de narrar del autor tiene su gancho a la hora de explicar todas sus andanzas desde la perplejidad, el miedo o el asombro... Por cierto, el episodio del koala, el del perro con la serpiente o el del gato Cedric son partientes...
Ahí van unas perlitas del libro, para que sepan de qué hablamos...
"No me gustan los koalas. Son unos bichos asquerosos, irascibles y estúpidos sin un solo hueso amistoso en su cuerpo. Sus hábitos sociales son vergonzosos: los machos siempre andan propinando palizas a sus semejantes y robándoles las hembras (...) Su piel está infestada de piojos. Roncan. Su semejanza con juguetes adorables es una engañifa abyecta. (...) Y además, una vez un koala intentó hacerme daño de una forma muy horrible."
"Creo que puedo decir sin temor a equivocarme que soy el único escritor australiano que jamás le haya dado un enema a un elefante (...). Alan había montado un pequeño negocio que se basaba en vender las boñigas de Annie (...) - Me abastece de toneladas de abono, voy a tener que apuntarlo en los libros de contabilidad como un activo.."
"Era la primera vez que me topaba con lo que tiene que ser la cosa más espantosa que hay sobre la tierra del Señor: el aliento de un camello. Imaginaos el olor del contenido del estómago de un buitre, un gato muerto y metido hace mucho tiempo en un pozo negro, y un curry en descomposición cuatro días después de que alguien se lo haya comido."
"Logré subirme a la barra de un salto y sin carrera. Los otros seis clientes también. Dice mucho de la fortaleza australiana que que cuatro de ellos llegasen hasta allí con vasos de cerveza llenos."
Esas son algunas de las lindezas que recoge el libro... venga, a por él !
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